Esta ruta es un recorrido por la sierra y costa de la provincia de Alicante.

Un recorrido lleno de curvas, parajes de sierra y montaña, bonitos pueblos, lagos y por último el mar.

Transcurre principalmente por la carretera CV-70, disfrutando del trazado de la carretera, los impresionantes parajes naturales y bonitos pueblos como Guadalest.

Lo más interesante de esta ruta comienza a partir de Villena en dirección a Alcoy.  Aunque se trata de unos 40 km de autovia, en general tiene poco tráfico.

En Alcoy, comienza el trayecto en la carretera CV-70, hacia Benillova y Benasau. Desde el primer momento la carretera presenta un trazado de curvas, rodeada de parajes de sierra llenos de vegetación.

Una época del año perfecta para recorrer todas estas carreteras es el mes de octubre o noviembre, dado que ya no hace demasiado calor y se puede disfrutar de una temperatura moderada y normalmente con poca lluvia.

Desde el comienzo de la ruta la carretera presenta unas condiciones de conservación muy buenas. En algunos tramos las curvas de izquierda a derecha se enlazan unas con otras de forma que no hay ni un metro de aburrimiento.

Llama la atención que los parajes naturales están totalmente repletos de vegetación, con distintos tipos de arbustos, pinos y carrascas entre otros. También es fácil ver águilas y halcones, sobrevolando entre los picos y montañas. 

Entre los muchos pueblos que se encuentran en el camino, tomando el desvío hacia Castell de Castells, se encuentra este bonito pueblo de origen árabe, que cuenta con yacimientos rupestres en sus proximidades. Toda esta zona de la Marina Alta es ideal para recorrerla haciendo rutas a pie, también con motos de campo o trail.

Continuando por la carretera CV-70, disfrutando de su trazado y las increibles vistas, se llega al pueblo de Confrides, en el puerto de montaña del mismo nombre.

Un punto interesante para detenerse y tomar un café contemplando los valles y montañas en el horizonte.

Uno de los puntos más turísticos y llamativos de esta ruta es el pequeño pueblo de Guadalest. Situado en el valle que lleva su nombre, cuenta con su famoso y llamativo castillo de origen árabe, enclavado en la roca y el embalse que completa la belleza del paraje.

El valle está rodeado de montañas y sierras como la de Aitana. Otro detalle llamativo de Guadalest es la cantidad de pequeños museos de curiosidades con que cuenta, además de muchos bares y restaurantes donde disfrutar de la gastronomía de la zona. Sin duda una parada obligatoria.

Continuando en dirección a Altea, todavía queda un buen tramo de curvas y carretera de sierra. El entorno de montañas parece no terminar, estando realmente tan cerca ya del mar.

La provincia de Alicante cuenta, sin duda, con rincones que merece la pena conocer, y desde luego contrastan con la idea que tenemos establecida de playas y turismo masificado.

Una vez más lo mejor está fuera de los grandes centros turísticos y las autovías.